15 años.
Puedo afirmar con absoluta certeza que mi entrada a este mundo fue muy muy poco normal, tal vez, pero existen varias discusiones sobre la normalidad, las cuales no me incumben por lo que prefiero usar, en realidad, la palabra convencional.
Retomo entonces.
Mi despertar fue poco convencional, quizá al principio no parezca, pero claro, empece igual que la gran mayoria.
Besos, muchos, variados, distintas bocas. Todo suena bastante acorde a lo que todos pasamos.
Las cosas empezaron a sentirse más extrañas cuando las extremidades empezaron a invadir. Poco tiempo, muy poco tiempo paso desde la primera vez que sentí la mano de alguien sobre mis pechos hasta esa misma sensación pero sobre el clítoris. No se si sigue siendo tan acorde a lo que todas pasamos, pero la historia sigue y voy a continuarla.
Poco tiempo, muy poco tiempo paso desde la primera vez que sentí la mano de alguien sobre mi clítoris hasta que estaba siendo desvirgada. Y ahí, en perder la virginidad es donde me quiero concentrar ahora. Perder la virginidad, para algunas ese regalo preciado, para otras una simple "telita". Para mi, el comienzo de, no se si el mayor placer, pero si, el más interesante de la vida.
Dos mujeres, un hombre, de eso se trató. Una, claro, yo, la otra llamemosla Z y a él le sienta bien V. No importa, no es relevante cómo se dió tal situación, pero sí que mi inmersión en la sexualidad comenzó de a tres. Dos personas, ambas concentradas en mostrarme lo rico que era este infinito nuevo mundo para mi.
4 manos, 2 lenguas recorriendo todo mi cuerpo, suave, con todavía olor a inocencia.
Sin duda, la primera vez no podría decir que lo disfruté, pero créanme que desde la segunda sí, y mucho. A decir verdad fueron varias, a medida que avanzó el número yo también me fui concentrando en darles placer a ellos, éramos los tres enfocados en los tres. Puro disfrute.
Pero la ecuación es muy simple, cuando uno tiene este tipo de comienzos es fácil crear una especie de adicción. Es inevitable tener más necesidades, más ganas, en pocas palabras tener ganas de coger todo el tiempo, o con un nombre mas técnico ser una ninfómana.
lunes, 29 de junio de 2009
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