Crucero, sol, playas de brasil y caipirinha. Vacaciones altamente recomendables, un gran conjunto de cosas pensadas para el pleno disfrute, sobretodo si uno le suma un poquito de acción.
Noche de gala. Piel bronceada. Vestido rojo, corto, muy corto y escotado.
Ya lo había visto desde el primer día que subí al barco. Alto, fibroso, muy bronceado, unos cuarenta años...el perfecto ejemplo de "viejito sexy". Cada vez que me lo cruzaba por cualquiera de los pasillos del barco se me hacía agua la boquita, bueno, debería confesar que no era lo único que se humedecia... Se había convertido en mi "objeto" del viaje, lo iba a conseguir, lo sabía, y así fue, esa noche lo conseguí.
Estaba en cubierta, mirando el reflejo de la luna llena en la estela del mar fumando un virginia y tomando una copa de un rico vino tinto, disfrutando de ese paisaje, la inmensidad del mar y yo. Estaba a punto de volver a mi camarote cuando lo veo salir por una puerta y venir justo para el exacto lugar en donde yo estaba. Lo miré, me miró y entré.
Llamé al ascensor y sinto una voz cerca de mi oido que dijo: "Por favor dejá de mirarme de esa manera, hace días que lo haces y no aguanto más" Muy contenta por mi "triunfo" y sabiendo quien era el dueño de esa voz me dí vuelta, lo miré, le sonreí, vino el ascensor y nos subimos los dos.
Sin demasiado preámbulo y cuando me quise dar cuenta estabamos abrazados contra una de las paredes del ascensor besandonos como el fuego mismo.
Llegamos al 2do piso, y sin despegarnos el uno del otro caminamos por un pasillo estrecho hasta llegar a la puerta número 2222. Yo ya había perdido la conciencia, el señor varios años mayor que yo me había vuelto completamente loca con su boca y sus manos tan experimentadas. Entramos en ese camarote. Era el suyo. Estaba totalmente entregada al disfrute y a que me llenara de toda su sabiduría. Gentilmente, me llevo directo hacia un escritorio apoyado sobre una pared con un gran espejo y me puso frente a el. Me miré y vi atrás mio. La imagen que el espejo me devolvía me termino de mojar toda. Despeinada, con el maquillaje de los ojos un poco corrido, estaba caliente como pocas veces en mi vida. Apoyé mis manos sobre el escritorio mientras él recorria mi cuello y espalda con su lengua. Después de unos segundos sus manos me sacaron la tanguita negra que me había puesto y una vez ahí agachadito, su lengua empezo a saborear mis jugos. Mi cuerpo se había transformado en el helado más sabroso, o por lo menos eso presentí a juzgar por la manera que él me saboreaba toda. Se reincorporó, se desabrochó el pantalon y sin dudarlo me penetró. Lo sentí todo adentro mio, puro placer, pura humedad. Esa rigidez en mi interior se sentia riquísima. Empezó con movimientos lentos a sacarlo y meterlo y cada milímetro de su miembro me estaba haciendo ver las estrellas. Pasaron unos minutos y el calor y el ritmo se incrementaron. Me vine. Un poquito más y finalmente toda su leche quedo desparramada por toda mi colita.
Me acomodé la ropa, me peine y me fuí extasiada de nuevo hacia donde había empezado todo, a tomar una copa de vino y fumar un virginia a la cubierta mientras miraba la luna reflejada en la estela del mar.
miércoles, 18 de agosto de 2010
lunes, 16 de agosto de 2010
Combo: película mala en cine de barrio
Sin duda hay infinidad de cosas buenas en la vida, pero si acortamos los campos, ir a ver una película a un cine de barrio, cuyas salas suelen estar vacías es genial. Si a esto le sumamos una grata compañía y una peli poco interesante (de esas que uno puede dejar de prestar atención durante varios minutos sin perderse) es aún más genial.
El cine es un cliché, no se si será por la oscuridad o por qué, pero besarse en el cine es una de las escenas más trishadas que puede haber. Lo lindo, rico e interesante es cuando los besos van un poquito más allá.
No recuerdo qué película fui a ver, seguro era una de esas típicas yankies, con acción, algún galancito y una de esas minitas que aún siendo mujer (y no lesbiana) le partirías la boca (y alguito más también, porqué no?). De más está decir que fui acompañada por un chico con el cual tenemos mucha mucha piel, no podemos darnos un rico beso sin que nos empecemos a calentar. Automáticamente después de que nuestros labios y nuestras lenguas se saborean por unos instantes yo me empiezo a humedecer y él a endurecer. Y así fue, en alguna escena poco interesante empezamos con un beso inocente, de boca cerrada y seco, lentamente nuestras lenguas comenzaron a humedecer los labios del otro para luego, sin pedir permiso, entrelazarse en un beso de pura pasión. Yo ya tenía ganas de subirme arriba de él y que despacito me empezara a penetrar, pero no daba, después de todo estábamos en un cine y mal que mal había un poco de gente...
Besos, humedad, pasión, calor, mucha saliva y perder el control de las manos, que ya no se quedan quietas, acarician, tocan, sienten la energía de la piel del otro y los cuerpos se estremecen.
Con tanta saliva en la boca dispuesta a humedecer incline mi cabeza hacia la falda de mi acompañante, desabroché su cinturón y uno a uno los botones de su pantalón de jean, y sin usar las manos y con mucha suavidad llené toda mi boca de su miembro erecto. Despacio, mi lengua lo recorría mientras lo humedecía en toda su extensión, después con un poco más de ansiedad y ayuda de las manos incrementé la velocidad y hasta le sume un poquito de violencia, mi cuerpo seguía pidiéndole que aquello que estaba tan cómodo adentro de mi boca entrara en otro lado y se bañara de mis tibios jugos, pero seguí así, y sólo paré cuando toda mi boca pudo saborear los suyos.
Acto seguido, pudimos seguir disfrutando de la película...
El cine es un cliché, no se si será por la oscuridad o por qué, pero besarse en el cine es una de las escenas más trishadas que puede haber. Lo lindo, rico e interesante es cuando los besos van un poquito más allá.
No recuerdo qué película fui a ver, seguro era una de esas típicas yankies, con acción, algún galancito y una de esas minitas que aún siendo mujer (y no lesbiana) le partirías la boca (y alguito más también, porqué no?). De más está decir que fui acompañada por un chico con el cual tenemos mucha mucha piel, no podemos darnos un rico beso sin que nos empecemos a calentar. Automáticamente después de que nuestros labios y nuestras lenguas se saborean por unos instantes yo me empiezo a humedecer y él a endurecer. Y así fue, en alguna escena poco interesante empezamos con un beso inocente, de boca cerrada y seco, lentamente nuestras lenguas comenzaron a humedecer los labios del otro para luego, sin pedir permiso, entrelazarse en un beso de pura pasión. Yo ya tenía ganas de subirme arriba de él y que despacito me empezara a penetrar, pero no daba, después de todo estábamos en un cine y mal que mal había un poco de gente...
Besos, humedad, pasión, calor, mucha saliva y perder el control de las manos, que ya no se quedan quietas, acarician, tocan, sienten la energía de la piel del otro y los cuerpos se estremecen.
Con tanta saliva en la boca dispuesta a humedecer incline mi cabeza hacia la falda de mi acompañante, desabroché su cinturón y uno a uno los botones de su pantalón de jean, y sin usar las manos y con mucha suavidad llené toda mi boca de su miembro erecto. Despacio, mi lengua lo recorría mientras lo humedecía en toda su extensión, después con un poco más de ansiedad y ayuda de las manos incrementé la velocidad y hasta le sume un poquito de violencia, mi cuerpo seguía pidiéndole que aquello que estaba tan cómodo adentro de mi boca entrara en otro lado y se bañara de mis tibios jugos, pero seguí así, y sólo paré cuando toda mi boca pudo saborear los suyos.
Acto seguido, pudimos seguir disfrutando de la película...
miércoles, 29 de julio de 2009
Enriedos de Oficina
Era una tarde medio fresca pero en mi oficina hacia calorcito dado a que estaba la estufa encendida. Por tal motivo mi outfit era bastante livianito. Como ya se hizo costumbre en mi hace varios meses tenia calzas y una remerita medio larga, de esas que quedan lindas con calcitas, las que justo terminan abajo de la curvatura de la cola.
Mi compañera de oficina había partido, no se o no recuerdo, ni a dónde ni a qué, pero la cuestión es que me encontraba sola. Me gusta bastante cuando mi compañera se va, cosa que suele hacer seguido, no porque me caiga mal ni mucho menos, pero de esa manera puedo estar tranquila, escuchar la música que quiero, tomar mate sola sin ir de un escritorio a otro cebándonos.
Así estaba esa tarde, escuchando algún lindo disco, tranquilito, creo que de algún interprete de ritmos dulces y pegadizos. También tenia a mi lado el termo de agua calentita y un mate recién preparado. Mientras me cebaba algunos mates, amargos, bien espumosos, navegaba sin rumbo por la maravillosa internete. Algunas cosas curiosas, fotos lindas, textos interesantes.
De la misma manera que me gusta escribir sobre sexo, me gusta mucho también leer sobre el mismo subject. Entre a una conocida página de contenidos sexuales y empecé a visitar varios de sus post, sólo los relatos....recordemos que estaba en la oficina y sería poco serio que alguien abriera la puerta y viera en mi monitor la imagen de un hombre desnudo o una minita abierta de piernas (aclaro que mi escritorio está situado de tal manera que yo le doy la espalda a la puerta, es decir, la persona que entra, lo primero que ve es mi monitor).
Cuestión que estaba en la sección relatos de esa página, leyendo algunos, mirando los títulos que más me interesaban, en realidad, los que más llamaban mi atención. De repente uno sobresalió por sobre el resto, no lo recuerdo exactamente pero igual prefiero dejarlo en el anonimato. Estaba escrito por una chica, de la cual tampoco voy a revelar su identidad, pero relataba de una manera verdaderamente sensual.
Lo leía muy atentamente. Las palabras, las oraciones y los párrafos me atrapaban en una lectura ansiosa pero pausada. Me empecé a dar cuenta de que sentía algunas contracciones musculares entre mis piernas y que me estaba empezando a humedecer. Si, me estaba calentando con los relatos de esta ricura de chica.
Mire a mi alrededor y me halle sola, tal como lo estaba varios minutos atrás, nada había cambiado, sonaba el mismo disco, tomaba el mismo mate. Lo único que había cambiado era mi estado, tenia unas ganas de tocarme inexplicables. A medida de que iba leyendo, más me calentaban sus palabras.
Fue entonces cuando descrucé las piernas e introduje mi mano por debajo de las calzas. Pude sentir el calor. Despacito me fui acariciándome por encima de éste, con unos mimos suaves. Luego, con la calentura que empezaba a elevarse, sumado al temor de ser descubierta saqué la mano y rápidamente la volví a introducir, pero esta vez por debajo del culotte. Pude sentirme, mi tibia humedad que se incrementaba a medida que avanzaba la lectura mientras mis dedos me frotaban de una manera suave, tratando de disimular lo que estaba haciendo. Después de un par de minutos no pude disimular más, seguí tocándome pero con más intensidad, tanta casi que mis ojos se achinaban y no podía continuar con la lectura.
Hice fuerza para abrirlos, quería continuar leyendo hasta el final del relato y quería seguir jugando con mis dedos hasta el final.
Lo logamos. Mi lectura y mi masturbación habían culminado en el exacto segundo. Acabamos.
Mi compañera de oficina había partido, no se o no recuerdo, ni a dónde ni a qué, pero la cuestión es que me encontraba sola. Me gusta bastante cuando mi compañera se va, cosa que suele hacer seguido, no porque me caiga mal ni mucho menos, pero de esa manera puedo estar tranquila, escuchar la música que quiero, tomar mate sola sin ir de un escritorio a otro cebándonos.
Así estaba esa tarde, escuchando algún lindo disco, tranquilito, creo que de algún interprete de ritmos dulces y pegadizos. También tenia a mi lado el termo de agua calentita y un mate recién preparado. Mientras me cebaba algunos mates, amargos, bien espumosos, navegaba sin rumbo por la maravillosa internete. Algunas cosas curiosas, fotos lindas, textos interesantes.
De la misma manera que me gusta escribir sobre sexo, me gusta mucho también leer sobre el mismo subject. Entre a una conocida página de contenidos sexuales y empecé a visitar varios de sus post, sólo los relatos....recordemos que estaba en la oficina y sería poco serio que alguien abriera la puerta y viera en mi monitor la imagen de un hombre desnudo o una minita abierta de piernas (aclaro que mi escritorio está situado de tal manera que yo le doy la espalda a la puerta, es decir, la persona que entra, lo primero que ve es mi monitor).
Cuestión que estaba en la sección relatos de esa página, leyendo algunos, mirando los títulos que más me interesaban, en realidad, los que más llamaban mi atención. De repente uno sobresalió por sobre el resto, no lo recuerdo exactamente pero igual prefiero dejarlo en el anonimato. Estaba escrito por una chica, de la cual tampoco voy a revelar su identidad, pero relataba de una manera verdaderamente sensual.
Lo leía muy atentamente. Las palabras, las oraciones y los párrafos me atrapaban en una lectura ansiosa pero pausada. Me empecé a dar cuenta de que sentía algunas contracciones musculares entre mis piernas y que me estaba empezando a humedecer. Si, me estaba calentando con los relatos de esta ricura de chica.
Mire a mi alrededor y me halle sola, tal como lo estaba varios minutos atrás, nada había cambiado, sonaba el mismo disco, tomaba el mismo mate. Lo único que había cambiado era mi estado, tenia unas ganas de tocarme inexplicables. A medida de que iba leyendo, más me calentaban sus palabras.
Fue entonces cuando descrucé las piernas e introduje mi mano por debajo de las calzas. Pude sentir el calor. Despacito me fui acariciándome por encima de éste, con unos mimos suaves. Luego, con la calentura que empezaba a elevarse, sumado al temor de ser descubierta saqué la mano y rápidamente la volví a introducir, pero esta vez por debajo del culotte. Pude sentirme, mi tibia humedad que se incrementaba a medida que avanzaba la lectura mientras mis dedos me frotaban de una manera suave, tratando de disimular lo que estaba haciendo. Después de un par de minutos no pude disimular más, seguí tocándome pero con más intensidad, tanta casi que mis ojos se achinaban y no podía continuar con la lectura.
Hice fuerza para abrirlos, quería continuar leyendo hasta el final del relato y quería seguir jugando con mis dedos hasta el final.
Lo logamos. Mi lectura y mi masturbación habían culminado en el exacto segundo. Acabamos.
domingo, 26 de julio de 2009
Relájate y goza!
En general hacer algo por primera vez es difícil, cualquier actividad que no hayamos realizado nunca nos va a costar. Y a esa dificultad, en muchos casos, se le suma nuestra cabeza. Esa cabeza que de tanto pensar genera nervios, presiones, temores....todos enemigos de nuestras ganas de hacer "ese" algo.
Imaginemos que si tomarnos un bondi hacia un lugar que no conocemos cuesta y aparecen los nervios y el miedo....coger o hacer el amor (como más les guste) por primera vez, en general, se transforma en una tarea poco sencilla.
Algo que debería llevarnos a fluir, dejarnos ser, entregarnos, por la maldita mente que piensa tanto se transforma en una experiencia poco feliz.
Una persona que me diga que realmente disfruto su debut en un 100%, a mi creer, no es de confiar, yo no le creería.
Ok, si bien no es de las mejores experiencias, se pueden tener en cuenta varios puntos que van a, por lo menos, aquietar al fantasma mental, y así, seguro ayudarnos a pasarla mucho mejor. (De más está decir que obviamente tampoco es tan mala, no? sino nadie cogería, right?)
Quiero compartir en este blogui algunos consejitos que de seguro van a ayudar a calmar las aguas:
Tener confianza. Es ideal sentirse con la confianza suficiente ante la otra persona como para que no nos de miedo ni inseguridad mostrarnos completamente desnudos. Si uno está pensando "por favor que no me mire esta esta estría que tengo en el culo" o "ojalá que no piense que la tengo muy chica", en vez de estar disfrutando, uno está concentrado en eso y las cosas no funcionan (Ésto es válido no sólo para la primera vez, eh).
A veces dejarse alguna prenda puesta ayuda un poco a dejarse llevar (por favor cualquier cosa menos las medias!! Son muy poco erotizantes), de todas maneras es mucho mas lindo sentir la piel del otro, así que recomiendo la desnudez total.
Una vez que el temita de la confianza está resuelto, ésto nos lleva a la próxima preocupación...
Un buen ambiente. Es ideal no planear muuucho el evento, digo...no decir tal día a x hora nos juntamos y te desvirgo....horrible!
Es preferible que todo se de más natural. Una rica cena (no muy pesada), un vinito tal vez, eso nunca falla, el vino es un súper buen amigo de la desinhibición, sin duda, ayudará mucho a relajar toda la situación.
Otra cosa que está buena es tener algún buen disco de fondo, una linda musiquita, tranquila, que acompañe a la situación la hace bastante más placentera.
También una buena ilminación es primordial para esta experiencia, recomiendo una luz tenue, ni totalmente encendida ni totalmente apagada, quizá alguna de algún color puede ser interesante.
Prosigo.
Juego previo. Las mujeres somos amantes del juego previo, que nos vayan calentando de a poco y que nos mantengan así durante un buen rato, tocándonos, chupándonos, mordiéndonos, besándonos, puedo asegurar que después, cuando nos la meten, sabe tantísimo más rica.
Ésto es más que fundamental en la primera vez, hay que llegar a un punto de calentura extremo, no aguantar más, que el cuerpo solito pida coger.
Ritmo. Una vez que empezamos hay que ser suaves, movimientos tranquilos, a un ritmo muy lento, recuerden que lo más probable es que duela. Aunque uno esté super horny es preferible hacer todo despacito, zarpado en rico.
Conectarse. Besarse mucho. Recorrerse con las manos. Mirar a la otra persona. Regocijarse con el placer del otro. Todos detalles que van a hacer que el viaje sea tanto más disfrutables.
En síntesis, como dice el título...relájate y goza!
Hope you enjoy it!
Imaginemos que si tomarnos un bondi hacia un lugar que no conocemos cuesta y aparecen los nervios y el miedo....coger o hacer el amor (como más les guste) por primera vez, en general, se transforma en una tarea poco sencilla.
Algo que debería llevarnos a fluir, dejarnos ser, entregarnos, por la maldita mente que piensa tanto se transforma en una experiencia poco feliz.
Una persona que me diga que realmente disfruto su debut en un 100%, a mi creer, no es de confiar, yo no le creería.
Ok, si bien no es de las mejores experiencias, se pueden tener en cuenta varios puntos que van a, por lo menos, aquietar al fantasma mental, y así, seguro ayudarnos a pasarla mucho mejor. (De más está decir que obviamente tampoco es tan mala, no? sino nadie cogería, right?)
Quiero compartir en este blogui algunos consejitos que de seguro van a ayudar a calmar las aguas:
Tener confianza. Es ideal sentirse con la confianza suficiente ante la otra persona como para que no nos de miedo ni inseguridad mostrarnos completamente desnudos. Si uno está pensando "por favor que no me mire esta esta estría que tengo en el culo" o "ojalá que no piense que la tengo muy chica", en vez de estar disfrutando, uno está concentrado en eso y las cosas no funcionan (Ésto es válido no sólo para la primera vez, eh).
A veces dejarse alguna prenda puesta ayuda un poco a dejarse llevar (por favor cualquier cosa menos las medias!! Son muy poco erotizantes), de todas maneras es mucho mas lindo sentir la piel del otro, así que recomiendo la desnudez total.
Una vez que el temita de la confianza está resuelto, ésto nos lleva a la próxima preocupación...
Un buen ambiente. Es ideal no planear muuucho el evento, digo...no decir tal día a x hora nos juntamos y te desvirgo....horrible!
Es preferible que todo se de más natural. Una rica cena (no muy pesada), un vinito tal vez, eso nunca falla, el vino es un súper buen amigo de la desinhibición, sin duda, ayudará mucho a relajar toda la situación.
Otra cosa que está buena es tener algún buen disco de fondo, una linda musiquita, tranquila, que acompañe a la situación la hace bastante más placentera.
También una buena ilminación es primordial para esta experiencia, recomiendo una luz tenue, ni totalmente encendida ni totalmente apagada, quizá alguna de algún color puede ser interesante.
Prosigo.
Juego previo. Las mujeres somos amantes del juego previo, que nos vayan calentando de a poco y que nos mantengan así durante un buen rato, tocándonos, chupándonos, mordiéndonos, besándonos, puedo asegurar que después, cuando nos la meten, sabe tantísimo más rica.
Ésto es más que fundamental en la primera vez, hay que llegar a un punto de calentura extremo, no aguantar más, que el cuerpo solito pida coger.
Ritmo. Una vez que empezamos hay que ser suaves, movimientos tranquilos, a un ritmo muy lento, recuerden que lo más probable es que duela. Aunque uno esté super horny es preferible hacer todo despacito, zarpado en rico.
Conectarse. Besarse mucho. Recorrerse con las manos. Mirar a la otra persona. Regocijarse con el placer del otro. Todos detalles que van a hacer que el viaje sea tanto más disfrutables.
En síntesis, como dice el título...relájate y goza!
Hope you enjoy it!
miércoles, 22 de julio de 2009
Bella Tecnología
Creo que nadie puede negar que el avance de la tecnología nos ha sabido ayudar a casi cualquier actividad de la vida diaria y no tan diaria, haciéndola más fácil, más entretenida y con una más amplia variedad de caminos para recorrer.
Uno de estos simpáticos caminos es la Internet, en ella podemos encontrar infinidad de cosas, pero como éste no es un blogui de consejos de qué hacer cuando uno abre el explorer, firefox, safari o whichever sea el que uno tiene, me voy a remitir a mis fantásticas experiencias en este maravilloso mundo.
Crecí en la generación icq, que tiempo después se vio desplazado por el fabuloso messenger, con más funciones y muchas más posibilidades de entretenimiento. La que más me divierte: la webcam, obvio!
Me erotiza sentirme una streeper amateur, aunque todo se lleva a cabo de una manera más lúdica. No suelo hacerlo con mucha gente, pero tengo un amigo particular con el que es nuestra única actividad juntos. No nos conocemos personalmente. Empezamos primero con charlas inocentes, buena onda que con el tiempo se tornaron un poco más subiditas después de intercambiar algunas fotitos y ver que ambos pensamos lo mismo "nos mataríamos en una cama".
Entre las charlas cibernéticas se intercalaron algunas charlas telefónicas, en las cuales nos decíamos con un gran lujo de detalles todo lo que nos haríamos en el hipotético caso de tenernos enfrente, todo esto mientras nuestras manos estaban frotando nuestras partes más intimas hasta escuchar el último gemido de placer. Luego el saludo, chau, hablamos, beso.
Ahora, ya no hablamos por teléfono, sólo muy de vez en cuando. Pero lo que se nos hizo más divertido es jugar con la webcam. Así es, jugamos, todo lo hacemos, como ya dije antes, de una manera más lúdica. Empezamos el juego de las adivinanzas, el ping pong de preguntas y respuestas o cualquier cosa en que alguno de los dos pueda perder y así perder una prenda. Cada vez que uno se equivoca, pierde o no acierta se tiene que sacar una prenda de vestir, y así hasta quedar completamente desnudos. Obviamente si bien todo es un juego, todo busca calentar al otro por lo que hay manos que pasean costantemente durante todo el juego, desde el principio más naive hasta el final un poquito más osado. No siempre el final es el mismo, o mejor dicho, el final por lo general es el mismo, lo que varía es la ubicación de la camarita, por ende del plano.
A veces: primer plano en rostro. Ojitos cerrados, expresión de placer, boca por instantes abierta mientras la lengua recorre los labios, en otro momento los dientes mordiendo el labio inferior en un sincero y extremo disfrute.
Otras veces: primer plano en las manos acariciando, frotando, tocando lo que mejor saben hacer.
Mirar y ser mirado. Eso es lo que tiene que me calienta, me calienta ver a un pibe tocarse para mi y por mi. Me gusta sentirme deseada. Desnudarme y tocarme para calentar me exita de sobremanera. Y que se desnuden y se toquen para calentarme claro que también.
Uno de estos simpáticos caminos es la Internet, en ella podemos encontrar infinidad de cosas, pero como éste no es un blogui de consejos de qué hacer cuando uno abre el explorer, firefox, safari o whichever sea el que uno tiene, me voy a remitir a mis fantásticas experiencias en este maravilloso mundo.
Crecí en la generación icq, que tiempo después se vio desplazado por el fabuloso messenger, con más funciones y muchas más posibilidades de entretenimiento. La que más me divierte: la webcam, obvio!
Me erotiza sentirme una streeper amateur, aunque todo se lleva a cabo de una manera más lúdica. No suelo hacerlo con mucha gente, pero tengo un amigo particular con el que es nuestra única actividad juntos. No nos conocemos personalmente. Empezamos primero con charlas inocentes, buena onda que con el tiempo se tornaron un poco más subiditas después de intercambiar algunas fotitos y ver que ambos pensamos lo mismo "nos mataríamos en una cama".
Entre las charlas cibernéticas se intercalaron algunas charlas telefónicas, en las cuales nos decíamos con un gran lujo de detalles todo lo que nos haríamos en el hipotético caso de tenernos enfrente, todo esto mientras nuestras manos estaban frotando nuestras partes más intimas hasta escuchar el último gemido de placer. Luego el saludo, chau, hablamos, beso.
Ahora, ya no hablamos por teléfono, sólo muy de vez en cuando. Pero lo que se nos hizo más divertido es jugar con la webcam. Así es, jugamos, todo lo hacemos, como ya dije antes, de una manera más lúdica. Empezamos el juego de las adivinanzas, el ping pong de preguntas y respuestas o cualquier cosa en que alguno de los dos pueda perder y así perder una prenda. Cada vez que uno se equivoca, pierde o no acierta se tiene que sacar una prenda de vestir, y así hasta quedar completamente desnudos. Obviamente si bien todo es un juego, todo busca calentar al otro por lo que hay manos que pasean costantemente durante todo el juego, desde el principio más naive hasta el final un poquito más osado. No siempre el final es el mismo, o mejor dicho, el final por lo general es el mismo, lo que varía es la ubicación de la camarita, por ende del plano.
A veces: primer plano en rostro. Ojitos cerrados, expresión de placer, boca por instantes abierta mientras la lengua recorre los labios, en otro momento los dientes mordiendo el labio inferior en un sincero y extremo disfrute.
Otras veces: primer plano en las manos acariciando, frotando, tocando lo que mejor saben hacer.
Mirar y ser mirado. Eso es lo que tiene que me calienta, me calienta ver a un pibe tocarse para mi y por mi. Me gusta sentirme deseada. Desnudarme y tocarme para calentar me exita de sobremanera. Y que se desnuden y se toquen para calentarme claro que también.
viernes, 17 de julio de 2009
International (NOT) Love
Ésto me ocurrió hace varias semanas, de hecho fue mi última experiencia sexual disfrutable (hace no mucho tuve otra, pero de esas que uno prefiere dejar en el olvido por eso no pienso hablar de ella).
Conocí a este hermoso personaje en una fiesta, se acercó y enseguida quede intrigada por su extraño acento al hablar nuestro idioma. No era de acá, era divino y hablaba un inglés casi perfecto. No necesitó mucho más para conquistarme. Esa noche sólo se dio una charla, pero sabía que nuestro encuentro no iba a quedar olvidado.
Así fue. Salí varias (4) veces más.
Las mas interesantes fueron sin duda la 2da y la 4ta. La 3ra debido a mi mala suerte con la llegada de Aunt Irma (léase: síndrome hormonal femenino) justo el día que finalmente iba a coger. Fue linda pero sin detalles que sobresalgan.
Ahora si, prosigo.
2da
Plaza Italia. Frío. 2 latas de cerveza.
Debido al freezing decidimos refugiarnos en un famoso (pero no el más famoso) local de comidas rápidas. Subimos las escaleras hacia el piso de arriba y en el último box nos sentamos. No había nadie, estábamos prácticamente solos, salvo por una mesa más ocupada con otra pareja, pero ni bola.
Qué ricos besos daba este chiquito, tenía labios suaves, jugosos y carnosos. Tan pero tan ricos que me calenté. Nuestra temperatura empezó a subir un par de grados de a poco, teníamos las piernas enroscadas ya, los brazos envolviéndonos, las manos apretujando.
Decidimos frenar un poco las revoluciones, él tenía que partir, pero yo ya estaba lo suficientemente húmeda como para que cualquier simple roce del pantalón manifestara en mi expresión unas terribles ganas de coger.
Nos paramos. Bueno, el se había parado hacía un buen rato ya. No tuvo mejor idea que abrazarme de atrás y apoyarme erecto. Eso me PUE-DE! En ese instante, cuando me apoyan de atrás, no respondo más de mi, me transformo en un simple órgano sexual que lo único que quiere es sentir algo adentro.
Me propuso encerrarnos en un baño, mi teen interna se fascinó por la idea y enseguida acepté. Qué linda sensación esa del temor a ser descubierto. Incrementa la humedad.
Mientras nuestros brazos seguían envolviéndonos y nuestras manos tocando, acariciando y apretujando lo que más cerca tenían; esta vez en otra posición, en otro lugar, pero el mismo calor, entraban hombres (sí, todo transcurría en el box del medio del baño de hombres del Burger King de Pza Italia, si van se pueden acordar de mi.) Una de sus manos en mi boca, como amordazandola para que mis gemidos no pudieran ser oídos mientras que su otra mano paseaba por mi entrepierna, sintiendo la humedad y al mismo tiempo incrementándola. Sus suaves dedos hicieron que me venga en una ricura de placer.
Me agaché y era su turno de disfrutar ahora (claro que como ya escribí en algún otro momento soy amante de esa actividad, por ende no sólo él iba a disfrutar, yo seguía.) No necesité desabrocharle los botones del pantalón porque ya lo había hecho antes, obvio. Despacito se la empecé a recorrer con la lengua, sin dejar milímetro sin rastro de mi saliva. Con la boca hecha agua ya, subí un cambio y lo dejé volar. Pude notar cómo remontó vuelo y su frase "how do you do it?" me lo confirmó.
4ta
Hostel. Comida. Vino tinto. (Special) Brownies. Flores y Bong. Excelente combo, especialmente para lo que siguió: Ducha calentita.
Una vez que nos desvestimos por completo, nos metimos bajo el agua caliente (no más que nosotros) que caía en forma de lluvia.
Me gustaría pasar por alto todo el preámbulo e ir directamenente a lo más entretenido, pero tengo dos cosas que aclarar: 1. besar bajo la ducha está buenisimo. Pura pasión, el agua entremezclados con los labios, las lenguas. Divina sensación. y...2. Si besar bajo la ducha está buenisimo, debería decir buenisimisimisimisimo para la descripción de chuparla. Sentir la lluvia en la cara mientras mi lengua jugaba con su judío miembro fue puro placer.
Después de un buen rato con el juego previo pensé que por fin iba a llegar el momento de coger (recordemos que hasta ahora nunca lo habíamos hecho) pero no. Eligió saltearse un paso.
Me puso de espaldas, los brazos extendidos, las manos tocando los azulejos que estaban frescos y que con el contraste del agua caliente me generaban escalofríos. Empezó despacito, un ritmo super lento, entrando de a poco y después mi cuerpo solito le empezó a pedir más. Fue su primera vez haciendo una cola (cosa q me enteré luego) y por suerte no sólo no se notó sino que fue super rico para su inexperiencia y mi abstinencia.
Así desnudos, mojados y envueltos en una toalla subimos hasta su habitación. Me acosté en su cama, me sacó la toalla y empezó a pasearse con su lengua por mi cuerpo. Me relajé por demás, hacía un tiempo considerable que no recibía una (tan rica) chupadita.
Y después sí llegó el momento, si retomó el paso que se había salteado. Un regio polvo en el cual él desplegó sus habilidades para luego ponerme en posición de jinete y cabalgarlo.
Así desnudos, mojados y ahora sin toalla nos quedamos dormidos.
Mañana siguiente
Mañanero para terminar de despabilarse, corto, pero rico, una linda carga de pila y humor para empezar el día.
Me fui. Se fue. No nos vimos más.
Conocí a este hermoso personaje en una fiesta, se acercó y enseguida quede intrigada por su extraño acento al hablar nuestro idioma. No era de acá, era divino y hablaba un inglés casi perfecto. No necesitó mucho más para conquistarme. Esa noche sólo se dio una charla, pero sabía que nuestro encuentro no iba a quedar olvidado.
Así fue. Salí varias (4) veces más.
Las mas interesantes fueron sin duda la 2da y la 4ta. La 3ra debido a mi mala suerte con la llegada de Aunt Irma (léase: síndrome hormonal femenino) justo el día que finalmente iba a coger. Fue linda pero sin detalles que sobresalgan.
Ahora si, prosigo.
2da
Plaza Italia. Frío. 2 latas de cerveza.
Debido al freezing decidimos refugiarnos en un famoso (pero no el más famoso) local de comidas rápidas. Subimos las escaleras hacia el piso de arriba y en el último box nos sentamos. No había nadie, estábamos prácticamente solos, salvo por una mesa más ocupada con otra pareja, pero ni bola.
Qué ricos besos daba este chiquito, tenía labios suaves, jugosos y carnosos. Tan pero tan ricos que me calenté. Nuestra temperatura empezó a subir un par de grados de a poco, teníamos las piernas enroscadas ya, los brazos envolviéndonos, las manos apretujando.
Decidimos frenar un poco las revoluciones, él tenía que partir, pero yo ya estaba lo suficientemente húmeda como para que cualquier simple roce del pantalón manifestara en mi expresión unas terribles ganas de coger.
Nos paramos. Bueno, el se había parado hacía un buen rato ya. No tuvo mejor idea que abrazarme de atrás y apoyarme erecto. Eso me PUE-DE! En ese instante, cuando me apoyan de atrás, no respondo más de mi, me transformo en un simple órgano sexual que lo único que quiere es sentir algo adentro.
Me propuso encerrarnos en un baño, mi teen interna se fascinó por la idea y enseguida acepté. Qué linda sensación esa del temor a ser descubierto. Incrementa la humedad.
Mientras nuestros brazos seguían envolviéndonos y nuestras manos tocando, acariciando y apretujando lo que más cerca tenían; esta vez en otra posición, en otro lugar, pero el mismo calor, entraban hombres (sí, todo transcurría en el box del medio del baño de hombres del Burger King de Pza Italia, si van se pueden acordar de mi.) Una de sus manos en mi boca, como amordazandola para que mis gemidos no pudieran ser oídos mientras que su otra mano paseaba por mi entrepierna, sintiendo la humedad y al mismo tiempo incrementándola. Sus suaves dedos hicieron que me venga en una ricura de placer.
Me agaché y era su turno de disfrutar ahora (claro que como ya escribí en algún otro momento soy amante de esa actividad, por ende no sólo él iba a disfrutar, yo seguía.) No necesité desabrocharle los botones del pantalón porque ya lo había hecho antes, obvio. Despacito se la empecé a recorrer con la lengua, sin dejar milímetro sin rastro de mi saliva. Con la boca hecha agua ya, subí un cambio y lo dejé volar. Pude notar cómo remontó vuelo y su frase "how do you do it?" me lo confirmó.
4ta
Hostel. Comida. Vino tinto. (Special) Brownies. Flores y Bong. Excelente combo, especialmente para lo que siguió: Ducha calentita.
Una vez que nos desvestimos por completo, nos metimos bajo el agua caliente (no más que nosotros) que caía en forma de lluvia.
Me gustaría pasar por alto todo el preámbulo e ir directamenente a lo más entretenido, pero tengo dos cosas que aclarar: 1. besar bajo la ducha está buenisimo. Pura pasión, el agua entremezclados con los labios, las lenguas. Divina sensación. y...2. Si besar bajo la ducha está buenisimo, debería decir buenisimisimisimisimo para la descripción de chuparla. Sentir la lluvia en la cara mientras mi lengua jugaba con su judío miembro fue puro placer.
Después de un buen rato con el juego previo pensé que por fin iba a llegar el momento de coger (recordemos que hasta ahora nunca lo habíamos hecho) pero no. Eligió saltearse un paso.
Me puso de espaldas, los brazos extendidos, las manos tocando los azulejos que estaban frescos y que con el contraste del agua caliente me generaban escalofríos. Empezó despacito, un ritmo super lento, entrando de a poco y después mi cuerpo solito le empezó a pedir más. Fue su primera vez haciendo una cola (cosa q me enteré luego) y por suerte no sólo no se notó sino que fue super rico para su inexperiencia y mi abstinencia.
Así desnudos, mojados y envueltos en una toalla subimos hasta su habitación. Me acosté en su cama, me sacó la toalla y empezó a pasearse con su lengua por mi cuerpo. Me relajé por demás, hacía un tiempo considerable que no recibía una (tan rica) chupadita.
Y después sí llegó el momento, si retomó el paso que se había salteado. Un regio polvo en el cual él desplegó sus habilidades para luego ponerme en posición de jinete y cabalgarlo.
Así desnudos, mojados y ahora sin toalla nos quedamos dormidos.
Mañana siguiente
Mañanero para terminar de despabilarse, corto, pero rico, una linda carga de pila y humor para empezar el día.
Me fui. Se fue. No nos vimos más.
lunes, 13 de julio de 2009
Anoche soñé contigo(s)
Anoche soné rico. (Me gusta el adjetivo rico para describir cosas y/o situaciones que no tienen tanto que ver con el sentido del sabor.)
Dos amigos, yo, una casa. Parecía ser la casa de alguno de ellos, pero distinta a la real.
Muchas pinturas de diveros colores, una gran cartulina blanca y varios pinceles.
Hasta acá muy divertido. Tres amigos pintando con pinturitas de colores.
Uno (C) sale de cuadro, creo que había ido a comprar coca, puchos o algo, ni idea.
El otro (N) y yo nos quedamos.
Entre pincelada y pincelada me da un beso.
Entre pincelada y pincelada me da otro beso.
Entre pincelada y pincelada me abraza de atrás (y si hay algo que a mi me puede es que me abracen de atrás, soy muy débil ante esa acción).
Siguiente escena (a veces cuesta recordar fehacientemente la cronología exacta de los sueños)
N y yo completamente desnudos, con los cuerpos pintados de colores cogiendo. Obviamente hasta acá mucho más divertido.
De repente vuelve C a cuadro, con sonrisa y mirada complice entre los tres quedo claro que estaba invitado a unirse.
Y así fue.
Tres amigos, pintando, pintados, garchando, garchados.
Dos amigos, yo, una casa. Parecía ser la casa de alguno de ellos, pero distinta a la real.
Muchas pinturas de diveros colores, una gran cartulina blanca y varios pinceles.
Hasta acá muy divertido. Tres amigos pintando con pinturitas de colores.
Uno (C) sale de cuadro, creo que había ido a comprar coca, puchos o algo, ni idea.
El otro (N) y yo nos quedamos.
Entre pincelada y pincelada me da un beso.
Entre pincelada y pincelada me da otro beso.
Entre pincelada y pincelada me abraza de atrás (y si hay algo que a mi me puede es que me abracen de atrás, soy muy débil ante esa acción).
Siguiente escena (a veces cuesta recordar fehacientemente la cronología exacta de los sueños)
N y yo completamente desnudos, con los cuerpos pintados de colores cogiendo. Obviamente hasta acá mucho más divertido.
De repente vuelve C a cuadro, con sonrisa y mirada complice entre los tres quedo claro que estaba invitado a unirse.
Y así fue.
Tres amigos, pintando, pintados, garchando, garchados.
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